La verdad detrás de la meditación
Muchos hablan de la meditación como algo exclusivo para las personas que practican yoga o los hippies. Hoy en día incluso esta muy de moda meditar, pero aún existen muchos mitos sobre esta practica ancestral.
La meditación nos permite trascender nuestro cuerpo, nuestro entorno y el tiempo. El estar presentes nos permite poner el foco en crear una nueva personalidad y una nueva realidad personal.
Superar la mente analítica
¿Qué significa la palabra meditar? Literalmente significa "familiarizarse con algo". Familiarizarse significa que el 95% de lo que eres cuando tienes 35 años es un conjunto de pensamientos programados, hábitos y conductas inconsciente y automáticas, reacciones emocionales reflexivas que definen nuestra personalidad.
Entonces el primer paso para cambiar es tomar consciencia de nuestros pensamientos inconscientes, darse cuenta de tus compartimientos automáticos. Mientras más familiarizado estás con estos estados de tu cuerpo y tu mente, entonces ya no eres ese programa automático, sino que eres consciente de tu Yo inconsciente.
Muchas personas renuncian a su practica de meditación porque creen que no son capaces de controlas su mente. Si tienes entre 60 y 70 millones de pensamientos en un día, y la mayoría de esos pensamientos son los mismos del día anterior y son actitudes y pensamientos automáticos y programados, por lo general están ocurriendo tras bambalinas en tu consciencia. Pensamientos como "Nunca cambiaré", "Es muy difícil", "Mi vida no es buena", "No encontrare el amor en mi vida", "No encontraré el trabajo correcto". Estos son pensamientos que la gente tiene a menudo en su día a día, entonces cuando estos pensamientos salen a flote durante la práctica de meditación, estos pensamientos los hacen pensar que son malos para meditar y se dan por vencidos.
Pero veamos esta misma situación desde otro punto de vista: En el momento en que te vuelves consciente de esos pensamientos inconscientes y tu decides no poner tu atención y energía en ellos eso ya es un tremendo logro. En el momento que das cuenta de esos pensamientos y en lugar de reaccionar a ellos solo los observas, comienzas a conocerte a ti mismo.
En el momento en que te das cuenta de que tu mente y tu cuerpo están programados para estar constantemente haciendo algo, incluso sintiendo culpa al estar haciendo "nada", tu cuerpo automáticamente va a buscar comenzar a hacer algo, a querer moverse. Si en vez de pararte e ir a hacer algo decides quedarte ahí respirando eso es una victoria, tu cuerpo no es más fuerte que tu mente, y eso es hermoso.
Cada vez que haces algo para liberarte de tu antiguo piloto automático hay una liberación de energía. Esto se ha medido en estudios al rededor de todo el mundo, al igual que cuando entrenas a un animal, al entrenar a tu mente a volver al presente una y otra vez, la mente va a ceder tarde o temprano. En el minuto que tu mente y tu cuerpo ceden a esta orden que le estás enviando hay una liberación de energía que queda disponible para tu propia sanación. Esa energía es la que necesitas para poder crear tu propio futuro.
A nivel biológico, cuando comenzamos a repetir nuevos pensamientos y experiencias para re programar al nuevo yo en nuestro cerebro se comienzan a ensamblar nuevas redes neurológicas que son básicamente bandas de neuronas que han sido activadas y conectadas entre si y que se relacionan con un pensamiento, un recuerdo, un comportamiento. El cuerpo comienza a ensamblar nuevos circuitos para volverse más automático.
Entonces hace sentido que esos pensamientos comiencen a reunirse en redes neuronales automáticas y que esos pensamientos comiencen a ser más familiares, al igual que esas experiencias asociadas.
Otra mirada sobre la meditación
Sabemos que el pasado representa lo conocido y que el futuro también representa lo conocido, lo predecible, y sabemos que el momento presente representa lo desconocido, entonces para hacer verdaderos cambios significativos en donde nuestro cuerpo no influya en nuestra mente, en donde nuestro entorno no controle nuestros sentimientos y pensamientos, entonces hace sentido pensar que el
primer paso es relajar el cuerpo, cerrar los ojos y desconectarnos de todo lo conocido en nuestro entorno. Al hacer esto, en cosa de segundos nuestro mundo interno se vuelve más real que nuestro mundo externo.
En donde colocas la atención es en donde colocas la energía
En el minuto que estás meditando y poner la atención en tus emociones, cuando comienzas a tener recuerdos y sentir emociones asociadas a esos recuerdos, es natural que dirijamos nuestra energía al pasado. Y si comienzas a hacer una lista mental de todo lo que tienes que hacer entonces estás llevando tu atención al futuro predecible.
Pero cuando te das cuenta de esto y vuelves a ti una y otra vez es una victoria, es un ahorro de energía para la nueva versión de ti.
Mientras más fuerte la emoción más atención le damos
Es natural que si vivimos una experiencia "fuerte" para nosotros que la emoción asociada también sea igual de intensa, por lo que me ponemos aún más atención cuando florece. Cuando esto ocurre le estás entregando toda tu energía vital a esa persona o situación del pasado que te hizo sentir "mal". La buena noticia es que tu SÍ puedes bajarle el volumen a esa emoción volviendo una y otra vez al momento presente para poder guardar esa energía vital y utilizar en crear tu nueva realidad del Ser.
Y sí, esto es cansador, esto requiere mucha energía, el volver una y otra vez. Pero en un minuto te darás cuenta que ya no es complicado, de que incluso el cuerpo te lo va a comenzar a pedir, el cuerpo se va a volver adicto a esos nuevos químicos.
Cuando una persona por fin comienza a superar esas emociones, de pronto comienza a recibir toda esa energía vital y comienza a construir su propio cambio electromagnético. Ahora que ya logró estar presente, tiene energía disponible para poder diseñar su propio destino.
Meditar para ser más fuerte que el cuerpo, el entorno y el tiempo
Meditar nos permite pasar de vivir inconscientemente, como una victima de mi entorno, permitiendo que mi mundo externo controle mis emociones y pensamientos, pasamos de este estado del antiguo Ser a convertirnos en el creador de nuestras propias vidas, para que mis nuevos pensamientos y emociones sean los que produzcan resultados en mi mundo exterior y no al revés. Si logras hacer esto verás cambios en tu cuerpo, en tu entorno y en tu futuro.
El propósito de la meditación es ir más allá de nuestra mente analítica
Lo que separa nuestra mente consciente de nuestra mente inconsciente es nuestra mente analítica.
Cuando nacemos somos una mente inconsciente, las ondas cerebrales de los niños en los primeros 6 años de vida están en un estado muy lento y los hace muy sugestionables a la información (www.nature.com/scientificreports, Theta waves in children´s waking electroencephalogram resemble local aspects of sleep during wakefolness). No tienen capacidad analítica, por lo que toda la información que reciben va directamente a su mente inconsciente sin editar. Por ejmplo, "los niños grandes no lloran", "No molestes más", "No hables", "El dinero es malo", "Las niñas se deben ver lindas y señoritas", etc.
Entonces, el 95% de lo que somos a los 35 años de edad probablemente tiene mucho que ver con como nos programamos inconscientemente (sin filtro) en los primeros años de vida. Cuando somos pequeños comenzamos a hacer asociaciones, por ejemplo, si tengo hambre lloro y así me van a alimentar o si pongo los dedos en la estufa me voy a quemar, entonces no me acercaré a ese lugar.
A medida que los niños comienzan a vivir nuevas experiencias y nuevas emociones comienzan a prestar atención a la causa de ellas y es ahí cuando las ondas cerebrales comienzan a acelerarse y se mueven hacia patrones alfa de ondas cerebrales. Es en este punto cuando comienzan a desarrollar su mente analítica lo que les permite separar su mente consciente con la inconsciente.
Como dijimos en un comienzo, la mente consciente representa solo un 5% del total de nuestra mente.
La mente analítica esta siempre ocupada trabajando, nosotros la necesitamos para poder sobrevivir. Como el cerebro se divide en dos la mente analítica siempre esta sopesando entre el pasado y el futuro, lo correcto y lo incorrecto, lo conocido y lo desconocido.
Necesitamos nuestra mente analítica cuando aprendemos nuevas cosas, cuando tenemos que tomar decisiones éticas, para tomar decisiones importantes en la vida. El problema es cuando agregamos las hormonas del estrés, ya que el cerebro se excita debido al estado de emergencia y
nos volvemos excesivamente analíticos.
Estamos analizando la vida dentro de una emoción distorsionada que se deriva de la hormona del estrés.
Entonces el objetivo de la meditación es ir más allá de la mente analítica, volvernos más fuerte que ella, para tomar esas creencias limitantes, esos hábitos y conductas inconscientes para re programarlos.
No puedes cambiar la mente inconsciente con la mente consciente
Para hacer esto tienes que ir más allá de la mente analítica.
Hay gente que tiene una separación muy pequeña entre la mente consciente y la inconsciente, estás personas son altamente sugestionables. Al igual que un niño, esa información que entra a la mente de estás personas pasa sin filtros.
Durante el proceso de meditación queremos ser más sugestionables, ya que queremos aceptar, creer y rendirnos a ciertos pensamientos sin analizarlos para que empecemos a programar nuestra mente subconsciente.
Por otro lado, las personas que tienen una gran separación entre el consciente y el inconsciente son personas menos sugestionables a la nueva información. Mientras más analítico seas, menos sugestionable serás y, por lo tanto, más te costará meditar.
El estado de trance (el estado en el cual practicamos
Hipnosis de Sanación ®). es cuando estamos en ese estado mental donde no estamos pensando ni analizando, en este estado eres más sugestionable a la información. Es aquí donde mueves tus ondas cerebrales de la mente consciente y pensante a u patrón de onda cerebrales más lentas en la mente subconsciente.
Entonces, ¿Deberíamos meditar diariamente?
Claro que sí, para dejar de vivir en un estado permanente de supervivencia (estrés) y pasar a
vivir en un estado de creación.